Últimamente, cada vez que hago la publicación de un
nuevo trozo de la novela, me embarga ese sentimiento de soledad que les he oído
decir a otras personas que escriben sus blogs. Me pregunto si esto lo hago solo
para mí o hay alguna persona al otro lado de internet que lea lo que publico.
La única forma de comprobarlo sería recibir de vez en cuando un comentario; que
algún lector, si los hay, dijera: estoy aquí al otro lado y te leo, aunque sea
de forma ocasional. Sé de la pereza que da pararse a hacer un comentario
(máxime cuando no aparece publicado de forma inmediata porque necesita la
confirmación del administrador, por exigencia del blog; aparecen una vez que los autorizo, y los he autorizado
todos), pero en algún momento se hace necesario ese feedbak, esa constancia de
que no estás solo en el blog.
Con la siguiente entrega habré publicado los cuatro
primeros capítulos de un total de dieciséis y, aunque lo mejor viene después,
hay una muestra suficiente de las bondades de la novela, que las tiene para
mucha gente que la ha leído, y de lo que da de sí este escritor. Por tanto creo
que es un buen momento para dejarlo aquí si no hay lectores.
Pepe
López
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