Entrega 28ª: La chica fina de Madrís

Los días transcurren entre la monotonía del verano y las insufribles matemáticas, sin aliciente para Esperanza si no está Luis. Pero cuando llega tiene que esconder tras una aparente indiferencia las mil mariposas que le hormiguean por su interior. El libro duerme sobre sus rodillas, simple excusa. Solo tiene que distanciarse ligeramente y esperar. Sabe que antes o después lo tendrá a su lado, solo para ella.