domingo, 23 de agosto de 2015

Disponible la entrega 38ª: Un escollo cuando la noche prometía.

Superadas falsas familiaridades y cuando la noche prometía, se suceden dos contrariedades. La de Esperanza, que tan a gusto bailaba con Luis cuando viene a buscarla su prima Mati, y el posterior desencanto de Luis, que creía que había asegurado el ligue para la noche, y no solo se le frustra, sino que va descubriendo que el interés que le ha despertado la nueva Esperanza se resiente con las actitudes de esta, inmersa en el grupo de los que fueron sus amigos íntimos años atrás.
Recordemos que estamos en los primeros años de la década de los setenta. Entonces, todavía en los pueblos, estaba mal visto que la mujer fumara o que bailara muy apegada con un chico. ¡Qué inocencia, qué candidez! «Cosas veredes, amigo Sancho, que farán fablar las piedras», cosas iríamos viendo en tiempos venideros.

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